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No, estimado lector, no es ninguna exageración, Javier Lozano, chapulín político que nació en el PRI, luego saltó al PAN para seguirse alimentando del gobierno en curso para finalmente terminar en la misma cuna que lo vio nacer, llamó "nalgas prontas" a funcionarios del Gobierno de México. por la respuesta que ha dado a la situación que hoy se vive con el gobierno de facto de Bolivia
Todo comenzó con un tuit de Marcelo Ebrard, Secretario de Relaciones Exteriores, en el que declara que presentarán una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia por las presuntas violaciones a la dignidad diplomática de la Embajada de México en La Paz, Bolivia.
Javier Lozano, para no variar y por la necesidad imperiosa que tiene de despotricar veneno cada que su naturaleza se lo requiere, retuiteó el tuit de Ebrard con mensaje criticando la postura de México al dar asilo a Evo Morales, Presidente de Bolivia en el exilio (porque el actual gobierno es de facto, no es democrático ni constitucional).
Después, sucedió lo inesperado, pues Jenaro Villamil, periodista y presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR) entró al quite y retuiteó a Lozano con comentario sobre lo que es ser ignorante sobre el derecho de asilo y con justa razón.
Lozano se enganchó y reviró con el tuit de donde se toma el título de este artículo.
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Villamil reviró afirmando que si Lozano, con todo y sus nefastas características, requiriera asilo por estar en peligro su vida, México se lo daría sin pensarlo.
Después Javier Lozano, ex-secretario del trabajo en el gobierno de Felipe Calderón, hizo gala de su analfabetismo funcional (característica que le señalara Tatiana Clouthier en un debate en el noticiero de Carmen Aristegui durante la campaña presidencial de 2018).
Jenaro Villamil, como el excelente periodista que es, trata de explicar que su tuit trata de una cuestión hipotética, es decir, "si fuera el caso" e hizo alusión a que Lozano podría tener los mismos hábitos recreativos con la bebida como su ex-jefe Calderón.
Y nuevamente presumiendo su analfabetismo funcional, Lozano responde y todavía dice "Salud" con un emoji de un par de tarros de cerveza.
Villamil responde sarcásticamente, lo que obviamente no esperamos que Lozano entienda.
Lozano responde con el único gancho que pudo conectar y no fue por un contrargumento, sino por un 'error de dedo' de Villamil (se asume que Lozano no entendió toda la conversación y por eso solo atinó a dar un solo tuit certero)
En este punto Jenaro Villamil hizo dos cosas:
1. Dejar la conversación que a ningún lado lleva cuando se trata de intentar dialogar con un analfabeta funcional como Javier Lozano.
2. Haber evidenciado el enorme odio que Javier Lozano siente contra todo lo que huela a 4ta. Transformación y el nulo interés que tiene por la seguridad de los diplomáticos mexicanos que se encuentran en Bolivia.
Queda claro lo que sucede con este candente y significativo intercambio de ideas y se trata de que a la Oposición Moralmente Derrotada:
* No le interesa aportar para la estabilidad.
* No le importan los recursos de que se tengan que valer para intentar recuperar el poder.
* Tampoco se les nota un ápice de autocrítica porque, si de verdad fueran diferentes como presumen Marko Cortés del PAN y Alejandro Moreno del PRI, estarían condenando los actos en Bolivia contra la Embajada de México y no las aciones emprendidas por el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador quien, no solo siguió una cuestión de principios, sino el derecho internacional vigente con el que nuestro país está comprometido jurídicamente.
Así las cosas.
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