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No es cotorreo, estimado lector.
A raíz de una crítica que se le hizo al Senador por Movimiento Ciudadano Samuel García por haber presentado documentos de un doctorado con firmas distintas bajo el mismo nombre, declaró algo que casi nadie noto.
Cuando el Sen. García dice que cuenta con títulos académicos dice la verdad, ya que estudió en el Tec de Monterrey la licenciatura y la maestría en Derecho y un doctorado en Políticas Públicas, según consta en el Registro Nacional de Profesionistas; sin embargo le faltaría hacer el trámite correspondiente para validar ante la SEP el grado académico que dice haber obtenido como segundo doctorado.
Luego explicó en un vídeo en sus redes sociales la razón por la que, posiblemente, las firmas en los documentos son distintas pese a que aparecen con el mismo nombre.
Mi primer Doctorado lo cursé en la EGOB del Tec de Monterrey; el segundo en el ITAC, y actualmente curso el tercero en la UANL.
— Samuel García (@samuel_garcias) June 17, 2020
Ayer recibí el título correspondiente al segundo Doctorado en el ITAC, universidad que es legítima y tiene todos los RVOE en orden. pic.twitter.com/YI6UyEIu9S
Todo mundo comenzó a reclamar lo que es bien sabido, que los estudios no quitan lo pendejo y que tampoco dan inteligencia; pero nadie, excepto un servidor, le reclamó lo verdaderamente importante:
Que actualmente cursa su tercer doctorado en la Universidad Autónoma de Nuevo León y... ¿cómo le hace para cursar UN DOCTORADO si es Senador de la República?
Es decir que, en lugar de legislar de tiempo completo, más bien se dedica a estudiar y la labor para la que fue elegido la desempeña en sus ratos libres.
No se ud., estimado lector, pero es más indignante el hecho de saber que con la mano en la cintura se da el tiempo de estudiar algo que no necesita, pues como él mismo dijo, es su tercer doctorado, y no se dedica de tiempo completo a su labor política en el Senado.
Samuel García es un representante popular, por mucho que no nos guste a varios, y como tal, debería dedicar todos sus esfuerzos a esa labor y no a estudiar como si tuviera una chamba de medio tiempo, pues termina haciendo papelones como el que hizo en la comparecencia del Dr. Hugo López Gatell ante la Cámara Alta.
Si se toma estás libertades innecesarias ahora que es Senador...
¿Qué sería si fuera Gobernador de Nuevo León?
Esta es otra prueba más de que la oposición no toma en serio su chamba, por lo que debería ser reducida al mínimo o incluso desaparecer.
Sin proyecto, sin propuestas, autocomplace sus caprichos... ¿Para qué queremos una oposición así?
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