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En estos días se ha hablado hasta el hartazgo del reciente enlace matrimonial entre Dulce María Silva y César Yañez, quien será funcionario público en la próxima administración que presidirá Andrés Manuel López Obrador.
Se ha puesto en tela de juicio de forma completamente absurda la famosa austeridad republicana argumentando que el haber tenido una boda "lujosa" y peor aún, que asistiera el Presidente Electo, es contradictorio con el discurso que la transición ha venido manejando.
¿Por qué la boda de Yáñez no contradice la austeridad republicana?
El concepto de austeridad que maneja AMLO no se refiere al hecho de no vivir de acuerdo a lo que se tiene, sino al hecho de que un funcionario no debe enriquecerse del servicio público, de la asignación de contratos a amigos incompetentes y de tener gastos superfluos y excesivos.
Por tanto, debido a que César Yáñez no es funcionario público y el Presidente Electo aun no es el Constitucional en funciones, de ninguna manera se contradice la austeridad republicana que predica el tabasqueño, ya que no se puede afirmar que los recursos económicos del enlace matrimonial vienen del dinero público, lo que convierte todos los dichos al respecto en viles ataques sin fundamento alguno.
Todos hablan del "futuro" funcionario, pero nadie de los excesos de la familia presidencial actual
Recordemos que López Obrador es PRESIDENTE ELECTO, mientras que Peña Nieto es PRESIDENTE CONSTITUCIONAL EN FUNCIONES, por lo que lo que hagan o dejen de hacer él y su familia sigue siendo de dominio público.
Ahora, recordemos también que el Estado Mayor Presidencial tiene la función de velar por la seguridad del Presidente de la República y su familia y es aquí donde entra lo cuestionable del asunto, pues hace unos días Sofía Castro, hija de la actriz Angélica Rivera, viajó a la fiesta de cumpleaños del prestigiado diseñador Domenico Dolce. Y sí, estimado lector, me refiero al de la marca de lujo Dolce & Gabanna.
Resulta que Sofía se fue de "party" al desfile de Dolce & Gabanna en Milán, Italia, donde de paso, se celebró el cumpleaños del Sr. Dolce y pasó unos días di-vi-nos en Europa.
Este tipo de fiestas son muy exclusivas, lo que se aprecia en la talla internacional de los invitados, entre los que se encuentran la modelo y ex-primera dama de Francia Carla Bruni, la actriz Mónica Belucci, el cantante Maluma, Michelle Salas (hija del cantante Luis Miguel), quien modeló en el desfile de la marca, entre otros.
Lo "extraño" que ya no es tan extraño
Lo raro del asunto es que ningún medio de comunicación, de esos que andan indignadísimos por la boda de César Yáñez, hizo lo propio con este derroche de recursos públicos para que la pequeña Sofía se fuera a pasear a Milán, ya que la susodicha viaja con escoltas del EMP, los gastos obviamente se cargan al erario público y no se hospeda precisamente en un hotelito de segunda categoría.
De todos es sabido que Sofía Castro, en su debraye de querer ser actriz y codearse con la gente importante, no mantiene un perfil bajo y hasta pareciera que se esfuerza porque la capten en lugares públicos donde parece de todo, menos una profesional o... ¿cuantas apariciones notables le conocemos a la srita. Castro? Ninguna, puesto que su prestigio se lo debe a su padre biológico, el güero Castro y a su madre, la actriz y primera dama de México Angélica Rivera.
Los medios se dicen críticos, sin embargo, esta es una muestra más de que son de todo menos imparciales, puesto que por un enlace matrimonial celebrado entre privados, quienes no tienen un solo señalamiento de negocios chuecos o desvíos de recursos públicos, han hecho todo un reguero de estiércol queriendo embarrar al Presidente Electo, sin embargo, de los derroches de la familia presidencial apenas hablan.
En fin, aunque el chayotero se vista de seda, de todos modos chayotero se queda.
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