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Acompaña al Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador desde hace ya muchos años. Octogenario (tiene 85 años de edad), ex-militante del PRI (fue parte de una corriente progresista que trató de reformar al Partido) y ex-candidato presidencial, hoy tiene la oportunidad de escribir en el libro de la Historia una página para él solito desde la Presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y todavía más alto, desde la Presidencia del Congreso General. Por algo AMLO lo apoyó para ocupar esta posición.
Estos son algunos de los hechos que muestran como Porfirio Muñoz Ledo es un un gran político con autoridad moral.
Usted no es un Senador Independiente, es un Senador Sin Partido, que es muy diferente
Muñoz Ledo le recordó que no podía ser representante de los independientes y que tampoco le podía dar el uso de la palabra porque él contendió por el puesto con un "Frente" y que, luego, renunció a él, por lo que no es Independiente y menos su representante, sino que es realmente un Senador Sin Partido.
El Senador Sin Partido lo único que obtuvo fueron 3 minutos en tribuna que le cedió la bancada del PT.
Se pide respeto al orador
Dos fracciones parlamentarias, y con justa razón, son las más repudiadas del Congreso General, la del PRI y la del Partido Verde. En ambas participaciones, y en otras, fueron interrumpidos por arengas, chiflidos y abucheos.
El mismo día Muñoz Ledo mostró imparcialidad al pedir orden cuando alguno de dichos oradores era interrumpido sin importar el color del Partido, tanto, que hizo lo propio cuando la Senadora por el PRI Claudia Ruiz Massieu hacía uso de la palabra.
Es usted un golpeador: Muñoz Ledo a Fernández Noroña
Y para terminar, el día de hoy le hace frente a un agresivo Gerardo Fernández Noroña cuando este le reclamó de pie frente a la tribuna, tanto por alusiones personales como por haber asistido al Sexto Informe de Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto. Este reclamo vino después de que el Diputado Presidente le explicó una y otra vez por qué no podía darle la palabra.
Pese a los gritos y a la característica forma que tiene Fernández Noroña de hacer sus peticiones, independientemente de si tiene o no razón, Muñoz Ledo convocó a una votación económica (a mano alzada) para determinar si se le cedía o no la palabra al Diputado. Al final ganó el no y tuvo que regresar a su curul.
En anteriores casos cuando los Presidentes de la Mesa Directiva tenían una situación de este tipo hacían frente con la autoridad que ostentaban, incluso Jesús Murillo Karam cuando ocupó el puesto, no se conformó con que le tomaran la tribuna durante la discusión de la Reforma Laboral en Septiembre de 2012, por lo que convocó a un receso y cuando los del PRD pensaron que habían ganado, la mesa directiva apareció en uno de los balcones que dan hacia el salón de plenos y el Presidente dijo "se reanuda la sesión", continuando con los debates y consiguiendo la aprobación de la ley en cuestión.
En San Lázaro hay Presidente, pues se mantiene centrado, no es autoritario y si lo necesita apela a sus pares pese a tener el poder para no hacerlo. Esto, estimado lector, es democracia.
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